domingo, 24 de febrero de 2013

....¡AHÍ TE QUEDAS!


Pues sí. Ese es el nombre que le dí a esta obra. Representa a esa mujer que con valentía opta por romper con sus ataduras. Y aún sin recursos, desnuda, derrotada....es dueña de algo que le pertenece por derecho propio: su libertad. 


Como veis, la escena está representada por una madre con su hijo pertenecientes a la tribu Himba. Pero podría ser cualquier mujer, de cualquier rincón del mundo. Cualquiera de nosotras.
  
Óleo s/ Lienzo 65x50



Himba es el nombre de una etnia de nativos de la región árida de Kunene, noroeste de Namibia.Tras perder numerosas batallas a lo largo de los siglos XVIII y XIX, fue a finales de este cuando se instalan allí. Tan sólo llevan 200 años.
Los himba son un pueblo semi-nómada, criadores de ganado y el único grupo de nativos de Namibia que aún conserva el original estilo de vida que tenía desde hace siglos.

Viven básicamente de la ganadería. De hecho, para el hombre himba, sus vacas son de las cosas más importantes en su vida. Son símbolo de estatus y de identidad.

El jefe de cada tribu es además su líder espiritual. Se permite la poligamia.

El sistema de administración de justicia gira en torno a reuniones de los jefes de tribus para decidir el pago de la multa a imponer; todas las multas consisten en un pago en cabezas de ganado. El asesinato de una mujer conlleva un pago mayor al del asesinato de un hombre.
Las mujeres himba dedican su tiempo al cuidado de la familia y de la tribu. Viven en chozas de paja con forma redonda afianzadas gracias a los excrementos de sus propias vacas. Con sus pieles se visten. Con su manteca se pintan la piel.

Los himba no llevan ropa, aparte de un básico taparrabos, pero usan gran cantidad de ornamentos al estilo de collares y brazaletes. Las mujeres se distinguen por los enrevesados estilos con que arreglan su cabellera. Adicionalmente, con el objeto de protegerse del intenso sol y de los mosquitos, las mujeres untan su cuerpo con una sustancia hecha mezclando ocre, manteca y hierbas, la cual les da a su piel un característico color rojizo típico de las pieles himba. Con esto untan también sus cabellos dándoles las formas de trenzas, por ejemplo. El peinado de la mujer himba depende de su estatus dentro de la tribu.

Ellos mismos fabrican sus perfumes. Es la manera de neutralizar los olores corporales. Hay que destacar que los himbas jamás se bañan con agua, como todos conocemos, con lo cual el aseo personal se reduce solamente a esto.



Esto sólo ha sido una pequeña introducción sobre la historia de esta tribu. 


Como siempre, daros las gracias por vuestras visitas y los comentarios que me dejais. Muchos besos.


4 comentarios:

  1. Un oleo muy bonito, pone de manifiesto la determinación de la mujer Himba. Y gracias por la explicación, ha sido muy interesante.
    Un abrazo.

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  2. Precioso el cuadro. Felicidades. Bicos Ascen

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  3. Muy bonito el cuadro a mi me encanta!!!....y a mi madre ni te imaginas...ella es profesora de artes visuales...así que le encanta todo lo relacionado con el arte...Ahora está trabajando en una escuela primaria...
    Gracias por compartir la información...besitos
    Cami

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  4. Ana Belén qué preciosidad de obra.Es una belleza!
    Vaya manejo del pincel y el color tienes. Te felicito. La información sobre la tribu Himba ha enriquecido mis conocimientos. Gracias.
    Feliz domingo y un beso.

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